Bienvenido al lugar donde se esconde la espada que vencerá, donde no existe ningun loco salvo Exar, donde podras cruzar rios, lagos y montañas y hallar un valle sin humos y sin ratas, donde grupos de gente se dirigen a las montañas a preparar la batalla, donde bailarinas bailan para tí, y recuerda: ahora, puedes llamarme, puedes buscarme en cualquier lugar. Soy el profeta de tu tiempo. Puedes llamarme Exar.